Seguro me vas a decir que si la etiqueta dice “light” entonces no te estas saliendo de la dieta al consumirlo.
Pero te diré que los ingredientes de un refresco o cualquier otra bebida varían de un país a otro, por lo general contienen agua carbonatada, edulcorantes (en el caso de las bebidas light son edulcorantes artificiales como la sacarina, el aspartame o la sucralosa), colorantes y antioxidantes.
Engañas a tu cerebro pues éste percibe un azúcar “falsa” (los edulcorantes), pero en realidad no recibe la correspondiente cuota de energía. Si, es verdad, aportan pocas calorías, pero este engaño solo genera adicción (siempre quieres un poco más de refresco ¿cierto?).
¿Te estoy diciendo entonces que el azúcar es buena? ¡No! Aunque es poco saludable, el cuerpo lo registra como una fuente de energía. Mientras el sabor sea más dulce, “se supone” que más energía obtiene el organismo. Pero con los edulcorantes esto no sucede, entonces tu metabolismo se ve afectado, “siente que tiene que trabajar” pero no le llega el combustible para hacerlo.
Lejos de mantenerte en forma, corres el riesgo de sufrir de obesidad al confiarte en esas “etiquetas light”, consumiendo más pensando que tienen menos calorías.
Por otro lado, algunas bebidas contienen ácido cítrico y fosfórico, lo cual puede causarte enfermedades en los dientes como caries, al desgastar el esmalte que recubre los mismos.
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